El monstruo del espejo (2006)

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El monstruo del Espejo es una colección de postales, retratos y caricaturas del tiempo que nos ha tocado vivir. Un ramillete de tarjetas y semblanzas de sus paraísos y demonios. Goya, Teruel, Aragón, América, Irak, Ángel Guinda, Petisme, Manuel Vilas, José Verón..., son algunos de sus protagonistas, pero también el culturismo, la buena y mala poesía, los que cambian de chaqueta o la delincuencia aparecen retratados entre la ironía y el rigor no precisamente mortis. Este libro quiere ser ese retrato de Dorian Gray que contempla al que lo mira y que en vez de estrangularle elige reírse con él.

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Selección de reseñas

2006 - Certeza Editorial, Colección Cantela

Ensayo

...El monstruo del espejo es una recopilación de artículos y relatos en los que el autor muestra su opinión sobre los nacionalismos, cuestiones de política internacional como la guerra de Irak, o el panorama cultural. He aquí un libro donde el autor “se moja”...

Pilar Longares
Crónica de Valdejalón

 

...Un libro verdadero y valiente sobre la actualidad y la literatura...

Gregorio Lizalde
Ámbito Cultural


...Aprieta el calor y salgo de viaje con Quevedo, Cervantes, Verón, Vilas y Mosteo. Un placer, vaya. Buena gente y hermosas páginas...
Miguel Ángel Yusta
La Columna


...Confieso que no lo he leído y sólo lo he ojeado, pero el libro tiene unas pintas de lo más entretenidas...
Miguel Mena
Cadena Ser


...Gracia Mosteo, como habría escrito García Hortelano, pasa por un gran momento... El Monstruo del Espejo es un volumen miscelánea donde hay artículos de opinión, reflexiones literarias y, sobre todo, retratos...
Artes y Letras

...Un libro de postales literarias, retratos y caricaturas, dividido en tres partes: la primera, descriptiva y transgresora, busca ensalzar los pequeños vicios cotidianos como el vino, el tabaco o el café desde una perspectiva inconformista y transgresora; la segunda parte, critica con socarronería a que viven a la sombra del poder; y la tercera, hace una serie de retratos...
Juan Luis Saldaña
Heraldo de Aragón


...Un libro divertido y ameno...
El Corte Inglés
Zaragoza


...Gracia Mosteo acaba de publicar El monstruo del espejo, en la colección Cantela de la editorial Certeza. Allí y en otras partes ya ha publicado mucho, incluida una serie negra aragonesa, dentro de la cual le tiene prometida a esta ciudad una novela policíaca protagonizada por su decadente inspector Barraqueta. Entre tanto, en este libro de artículos sobre la literatura y la vida, lleno de nombres y madejas, sale Teruel de vez en cuando. Esta lealtad honra al escritor. Siempre me he quejado de que no haya aquí un Clarín que se invente «Vetusta»; que hasta Úbeda (Jaén), con algunos habitantes menos que nosotros, ha sido inmortalizada como «Mágina» por Muñoz Molina. De eso trata uno de los artículos de Mosteo, «Las tierras invisibles». Le da una vuelta de tuerca a la cuestión: no es que algunos lugares existan sólo en la imaginación de los escritores y por tanto sean ficticios, es que algunos lugares reales acaban, de tanto abandono, convertidos también en casi invisibles. A un sitio así, dice Mosteo «se le debería tener en cuenta para que nunca sea ficticio». Al final cita a Teruel, pero el hecho de citarlo no me lleva a sentir duelo, sino agradecimiento. Casi invisible, pero todavía queda quien lo ve...
Antonio Losantos
Diario de Teruel

 

        El monstruo del espejo es un libro de postales literarias en el que, según señala el autor, aparecen “retratos y caricaturas” del tiempo que nos ha tocado vivir. El libro se divide en tres partes. La primera es descriptiva y busca ensalzar los pequeños vicios cotidianos de la vida como el vino, el tabaco o el café, desde una perspectiva inconformista y transgresora: “Sin vicios, no se es humano”, llega a decir el autor. En la segunda, se critica con socarronería a los escritores que viven a la sombra del poder con capítulos que llevan títulos como La Real Academia de la Delincuencia o Y sin embargo se escribe. En la tercera, finalmente, el autor elogia a algunos escritores rebeldes como Vilas y Petisme, que han sido, tal y como titula, Expulsados de las academias por publicar odas obscenas, recordando el verso de Ginsberg. El monstruo del espejo emula las Cartas Marruecas de José Cadalso o los artículos de Mariano José de Larra, que destacaron por sus críticas a la parte más acomodada de la sociedad. En definitiva, El Monstruo del Espejo “soy yo antes de afeitarme, pero también ustedes”, declara el autor.

Juan Luis Saldaña, 2006
Heraldo de Aragón



 

FRAGMENTO
-Capítulo 1º-

        La última cruzada de Indiana Jones no será contra el nazismo como asegura Steven Spielberg: el hombre, angustiado por la limpieza de sus pulmones (algo que suena a limpieza de sangre) ha decidido aguarle el humo al que fuma. Ya al poco de traerlo de América en el mismo siglo XVI, el jurisconsulto Francisco de Torreblanca escribió en su obra “Juris Spiritualis” que el tabaco “homines dementat et termulentos reddit”, es decir, “hace a los hombres locos y peligrosos”. Uno apostaría algo a que Torreblanca era un nostálgico del Cid y se pasaba el día con las manos a la cabeza lamentándose eso de “adónde vamos a llegar” y añorando “cualquiera tiempo pasado”, es decir, la divertida Edad Media que, como escribió el optimista de Jorge Manrique, siempre “fue mejor”. Tiempo después, el Catedrático de Medicina Cristóbal Hayo, le daría la réplica con su sesudo “Las excelencias y maravillosas propiedades del tabaco conforme gravísimas autoridades y grandes experimentos, agora nuevamente sacados a la luz para consuelo del género humano”, tratado que nos llena de regocijo por aquello del “consuelo“ que siempre se agradece... Que“loque no mata, engorda”, es sabido; pero lo que no sabe uno bien es por qué ese empecinamiento en salvarnos de las autoridades. Y si no, ahí están los libros de historia y los resultados de la Ley Seca en los Estados Unidos o la prohibición del chocolate (por afrodisíaco) en tantos conventos en 1799. Con salvedades, claro: los políticos norteamericanos se hacían traer el whisky en valija diplomática y en las Escuelas Pías se disculpaba su ingesta a los mayores de sesenta años, es decir, a los priores. En fin, los jefes siempre con su obstinada defensa de la ley, mayormente la del Embudo... Daniel Defoe en su Robinson Crusoe, cuenta cómo su náufrago experimenta con diferentes cultivos hasta encontrar la planta del tabaco. Pues bien, todos los fumadores somos hoy Robinson disfrutando de un pitillo en los cuartos de baño, cosas de esta sociedad que tanto vela por su prójimo. Stéphane Mallarmé escribió: “Queda el alma resumida / cuando lentos exhalamos / los lentos anillos de humo / que dentro de otro expiramos.” Y asimiló vida a cigarrillo; alma a humo en el humo. Uno piensa que pronto comenzarán campañas contra el stress, el tráfico, la contaminación, la comida basura e incluso los pantalones ajustados que minan la fertilidad de Occidente, tan paliducho. Que lo del tabaco sólo es el principio. Y, por lo pronto, ya está haciendo acopio de botellas de vino.
 

CARTA DEL MENÚ

        El Monstruo del Espejo es una colección de postales y retratos (en ocasiones, caricaturas) que a veces mueven a risa; a veces, a indignación, sobre el hombre y el tiempo que le ha tocado vivir. Por sus páginas se dilatan los paraísos terrenales y artificiales, pero también los infiernos urbanos y sus demonios. Contemplándolos, un corro de juglares jocosos o tristes que se saben impotentes pero que no renuncian a agitar el cascabel. Dividido en tres partes dedicadas a los vicios, las musas y los escritores, El Monstruo quiere ser ese retrato de Dorian Gray que contempla a su modelo y que en vez de quedarse quieto prefiere reírse de él y aguantar las ganas de estrangularle, que ya se sabe que los monstruos no se andan con chiquitas. El Monstruo del Espejo es una antología de textos del autor aparecidos en medios como Heraldo de Aragón, la revista Trébede, el diario ABC, Turia, la revista Barataria, La Voz, Actualidad Tabaquera, Trípala-Trápala...; junto a otra veintena de escritos nuevos arrancados de la percepción irónica o irritada de la realidad. El Monstruo es, claro, el escritor que corre tras el canapé, pero también el lector que sonríe mientras asienta el culo en el sofá para contemplar un bombardeo e incluso el presidente americano que tararea patidifuso “Old Mac Donald had a farm, ia-ia-o”, mientras le comunican la tragedia que él mismo ordenó. El Monstruo del Espejo es un menú nutritivo o indigesto, según los gustos, de treinta platos a disposición del lector.

He aquí algunos:

PRIMER PLATO
        Los malos humos de los buenos ratos; El Siglo de las Luces Fundidas; Perros arrimados a árboles (genealógicos); Por qué los cerdos dicen oink; El principado americano o así; Nacidos para frenar; Carros y carreteras nacionales; Nosotros somos los bárbaros; Las tierras invisibles; Rebeldes y de culo gordo...
SEGUNDO PLATO
        El oficio de escribir; Escritores güelfos pero gibelinos; Sueños y soñados; Poesía musical céltica; Recursos estilísticos; Y sin embargo se escribe; La humana poesía de un dios; La antigüedad como novedad de la poesía contemporánea...
Bon apetit.

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Los malos humos de los buenos ratos